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RAVI SEETHAPATHY: “CHILE NO ES UN MERCADO PEQUEÑO PARA INSTALACIONES DE REDES INTELIGENTES”

Ravi Seethapathy, Excutive Advisor de la Ryerson University, estuvo en Chile invitado por la Asociación de Empresas Eléctricas en el marco de su comité consultivo de Redes Inteligentes.

Canadá es un país que se caracteriza por tener abundantes recursos hidroeléctricos, de hecho es el segundo mayor productor de hidroelectricidad en el mundo. Un 60% de su matriz está integrada por este recurso renovable, por lo cual ha logrado una gran experiencia en la construcción de grandes represas y centrales de pasada.

Sin embargo, el desarrollo de esta energía tiene como contraparte el desafío y dependencia de las condiciones climáticas, lo cual ha implicado que tanto a nivel industrial como residencial se establezcan iniciativas que permitan un consumo eficiente de la energía. Prueba de ello, es que los centros de investigación y las empresas distribuidoras han impulsado tecnologías que permiten el desarrollo de las redes inteligentes o smart grid.

Las smart grid son redes eléctricas que facilitan la interacción inteligente de todas las partes involucradas en el sistema, como generadores, distribuidores y usuarios, con el objetivo de utilizar la energía en forma más eficiente.

Toronto es una de las ciudades de Canadá que más desarrollo ha tenido en el ámbito de las smart grid, incluso en el último ranking de las ciudades más innovadoras ocupó el segundo lugar entre 100 a nivel mundial.

Ravi Seethapathy, Excutive Advisor de la Ryerson University, estuvo en Chile invitado por la Embajada de Canadá y Empresas Eléctricas. Afirma a Revista Electricidad, que si Toronto es considerada como una de las ciudades inteligente con mayor desarrollo a nivel mundial fue producto del resultado de un proceso de discusión entre el Gobierno, las empresas generadoras de electricidad, la academia y los consumidores. “¿Por qué quisimos hablar sobre esto?, porque queremos cuidar el medio ambiente y conservarlo. Además, la población más joven de Toronto quiso observar cambios en la forma de trabajo que poseen las compañías eléctricas”, advierte el experto norteamericano.

Explica que demoró cerca de siete años para que el sector académico formara parte de este grupo de discusión. “Primero se integró una universidad, y posteriormente lo hicieron otras dos. En el caso de la industria fue más fácil su ingreso”, dice, y enfatiza que “los beneficios de las redes inteligentes se podrán ver rápidamente, calculamos que en un período entre cinco a 10 años, sin embargo, creo que fue importante empezarlo ahora”.

El especialista cuenta que “nuestros inicios en las redes inteligentes se caracterizaron por la realización de estudios, los cuales fueron elaborados por la academia, y pruebas de pequeños pilotos. Posteriormente, se efectuarán demostraciones a una escala mayor, donde se introducirán nuevas tecnologías, y luego se materializará el gran proyecto”.

– ¿Cuáles fueron los principales desafíos que debieron enfrentar para desarrollar esta red?

– El desafío principal está relacionado con que el establecimiento de una red inteligente, lo cual trae consigo cambios en la organización de las compañías. Sabíamos que se cambiarían los equipos, las salas de control y que se efectuarían algunas modificaciones en las subestaciones eléctricas, pero no proyectamos que también las compañías debían cambiar. Y eso es aún uno de los principales problemas que debemos enfrentar: ¿Cómo las compañías del mañana deben reflejar las redes inteligentes del mañana?

– ¿Cuánto demora la implementación de una smart grid?

– La implementación de las redes inteligentes comienza con un esfuerzo individual y el desafío es que finalmente el consumidor las adopte. Hicimos un piloto y fue exitoso. Actualmente existen 3,6 millones de conexiones, por lo cual tenemos que buscar nuevas tecnologías para telecomunicaciones. En el caso de las ciudades, existen conexiones de banda ancha de 4G y 3G y tecnologías GPS. En el caso de las zonas rurales, tienen que ser proveídas de comunicación inalámbrica y banda ancha, por lo tanto frente a un salto tecnológico debemos asegurarnos quién está recibiendo estos avances y quién no, porque esto cambia todo.

– ¿Cuál es la clave para el desarrollo de las redes inteligentes?

– En Canadá se desarrolló un modelo colaborativo donde todos los actores efectuaron sus aportes, como el gobierno federal, el gobierno provincial, las universidades y las empresas a través de la realización de investigaciones, pruebas pilotos y desarrollo tecnológico. En Chile, este punto aún se está discutiendo.

Además, tenemos políticas muy fuertes que permitirán el desarrollo de las redes inteligentes. El gobierno posee orientaciones políticas y reglas muy claras sobre las energías renovables, de hecho para 2020 el 20% de la energía deberá ser renovable, lo cual les permite a las industrias invertir en ello. De otra forma, es muy difícil para el sector privado trabajar sobre esta materia porque ellos también quieren ver rentabilidad en sus inversiones.

– Chile es un mercado pequeño, y en ese sentido ¿por qué sería atractivo la instalación de las redes inteligentes?

– Chile no es un mercado pequeño porque tiene tres grandes cosas que son muy atractivas: Primero, tiene un alto ingreso per cápita, por lo tanto Chile se puede convertir rápidamente en un país desarrollado; segundo, tiene una industria minera muy grande, y si decides aplicarla al sector pueden crecer sus segmentos industriales; y tercero, el 58% de las personas viven en las ciudades, área donde existe la presencia de computadores y celulares, entre otros. Los tres sectores son muy grandes, así que Chile no es un mercado pequeño.

 REVISTA ELECTRICIDAD

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Prensa

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