Invierno ad portas. Eléctricas elevan en 25% inversión, pero advierten: “No es posible evitar cortes”

(El Mercurio, abril 27 2025)

‘Hay un aprendizaje y la capacidad de respuesta debiese ser mejor que la del año pasado’, dice Juan Meriches, director ejecutivo de Empresas Eléctricas. Pero los municipios critican que ‘la coordinación sigue siendo insuficiente y desarticulada’. La próxima semana el gremio irá al Congreso a detallar el plan 2025.

Los primeros temporales de viento y lluvia se vivieron esta semana, sobre todo en el sur del país, dejando a miles de hogares sin electricidad. Para evitar revivir los apagones del año, que causaron estragos en gran parte del país e incluso activaron el inicio de un proceso de caducidad de la concesión para Enel Distribución, este año las eléctricas redoblaron esfuerzos y aseguran tener una ‘musculatura reforzada’ para enfrentar el invierno. Aunque no infalible, aclaran.

‘Estamos haciendo todo lo que podemos hacer en términos de las capacidades técnicas con las que hoy cuenta la industria. Y eso ha implicado desde cómo nos reorganizamos en la interna de cada una de las compañías para enfrentar episodios de contingencia; cómo somos capaces de multiplicar recursos para contar con mayor cantidad de cuadrillas; cómo se hace un trabajo anticipado, ya desde el verano, respecto de la poda de vegetación; cómo se puede optimizar la coordinación con las municipalidades. Ha habido un aprendizaje como industria y la capacidad de respuesta de las empresas debiese ser mejor que la del año pasado’, subraya Juan Meriches, director ejecutivo de Empresas Eléctricas.

El gremio solicitó audiencia a las comisiones de Minería y Energía de ambas cámaras del Congreso, y durante la próxima semana será recibido por los parlamentarios para detallar el plan de invierno 2025. La industria hace una salvedad. ‘Hay que distinguir entre las lluvias de invierno tradicionales, que pueden generar interrupciones, versus eventos de mayor magnitud, de fuerza mayor, que son de larga duración. Estamos buscando prevenir, mitigar los efectos cuando algo de eso puede ocurrir y acortar los tiempos de recuperación del servicio una vez ocurridos. Pero no es posible decir que si llegan a ocurrir condiciones similares a las de agosto de 2024, no se va a cortar la luz, no se puede garantizar eso’.

Las eléctricas agrupadas en el gremio —CGE, Enel, Chilquinta, Saesa y EEPA— destinaron una inversión histórica con miras al invierno que se aproxima, $28.000 millones, un 25% más que el año pasado. Recursos que están focalizados en cinco áreas: manejo preventivo de vegetación, atención prioritaria de electrodependientes, refuerzo de cuadrillas y brigadas operativas, fortalecimiento de canales de atención a clientes y generación de respaldo para consumos críticos.

En manejo preventivo de vegetación, lo que están haciendo las distribuidoras eléctricas es poda y tala de árboles, inspecciones de la red para detectar dónde hay posibles interacciones de vegetación con las líneas; notificación y coordinación con propietarios de predios y municipalidades, y un mapeo del arbolado en las zonas de concesión urbana para detectar el estado de deterioro de esa vegetación.

El acento también está puesto en priorizar a los usuarios electrodependientes, poco más de 10 mil personas a nivel país. Todas las empresas dispondrán de canales exclusivos de atención para ellos, ‘en algunos casos esa comunicación prioritaria no existía, ahí hay un cambio’, admiten en el gremio. Esa atención preferente irá acompañada de la entrega permanente de equipos de respaldo. ‘En agosto del año pasado, el 85% de los clientes electrodependientes tenía respaldo permanente, lo que estamos haciendo es avanzar y reducir esa brecha’.

La industria también aumentó el número de brigadas y cuadrillas, y definió que en caso de contingencia se activará una reorganización interna para reforzar la dotación, ‘lo que significa que personas que habitualmente cumplen un determinado rol, en modo emergencia cumplen otro rol. Eso es parte del aprendizaje del año pasado’.

Los canales de atención son otra área reforzada este año, donde la industria reconoce que ‘este tema es la principal autocrítica respecto del año pasado’. Este año, las firmas incrementaron la dotación y personal disponibles, y habilitaron back up en caso de interrupción de las telecomunicaciones. También se fortalecieron los canales digitales y algunas distribuidoras han instalado equipos de medición remota que permiten anticipar las fallas en un sector sin necesariamente que un cliente lo tenga que informar.

Además, algunas empresas han realizado simulacros para anticipar la capacidad de respuesta frente a eventos de interrupción masiva.

Pero la industria reitera una preocupación. ‘Operamos en un modelo regulatorio diseñado hace 40 años, centrado en una eficiencia extrema, pero no en la calidad de servicio ni en la resiliencia climática. Existen limitantes para desarrollar inversiones de largo plazo, que son necesarias para enfrentar el cambio climático y modernizar la red’, dicen en el gremio. Es urgente, apuntan, el soterramiento de líneas, sobre todo en zonas rurales; la instalación de medidores inteligentes y la digitalización integral de la red. ‘Suponen inversiones sobre los US$ 5.000 millones, en un período de 10 a 15 años’, precisan desde Empresas Eléctricas.

Aumento de 30% en cuadrillas y equipos de telecontrol

De cara al invierno, Enel Distribución —que atiende a más de 2,1 millones de clientes de 33 comunas de la Región Metropolitana y cuya caducidad de la concesión está en pleno análisis por parte del organismo fiscalizador— incrementó el número de cuadrillas a 320, un 30% más que las disponibles en las emergencias de 2024, destacan desde la firma.

Junto con eso, explican que han reforzado el sistema de telecontrol, lo que reduce el tiempo de reposición de interrupciones de servicio, a través de maniobras de operación remota. Así, mientras a fines del 2024 la eléctrica contaba con 2.889 equipos telecontrolados, para el invierno de este año espera tener 200 nuevos equipos instalados, y para fines del 2025 apunta a alcanzar 3.637, un incremento de 25% comparado con el año pasado.

Drones y 361 kilómetros de poda

Para mitigar posibles impactos de eventos climáticos, en CGE Distribución —que abastece a más de 3,2 millones de clientes entre las regiones de Arica y Parinacota y La Araucanía, incluyendo parte de la Región Metropolitana y de Magallanes—aseveran que vienen trabajando desde enero en un plan que tiene una inversión estimada de $13.600 millones. ‘A la fecha, hemos desarrollado casi 200 mil actividades de mantenimiento, entre revisiones de postes, podas y despejes de vegetación cercana a las líneas eléctricas, revisión y mantenimiento de equipos, inspecciones de líneas, etc.’, detalla Matías Hepp, director de operaciones de CGE. Resalta que han podado aproximadamente 361 kilómetros, lo que equivale, más o menos, a la distancia entre Santiago y Chillán.

También han avanzado, destaca, en la implementación de medidores con interrogación remota a nivel de subestaciones de distribución, ‘incorporando mejoras sistémicas en procesos de campo, como el monitoreo en línea de las brigadas y un enfoque exclusivo en la atención a los clientes electrodependientes’, destaca el ejecutivo. Y hoy disponen de más de 1.300 brigadas y más de 40 drones para realizar inspecciones aéreas y detectar posibles puntos de falla con anticipación.

Pero en CGE advierten: ‘Mientras no existan cambios estructurales a nivel regulatorio y exista una conciencia respecto a las franjas de seguridad eléctrica por parte de los dueños y administradores de los predios públicos y privados, es muy difícil evitar episodios como los del año pasado. Todo corte de luz es evitable, pero no depende exclusivamente de las acciones o voluntad de las empresas concesionarias del servicio público eléctrico’, expone Hepp.

Municipios: ‘La coordinación es insuficiente’

Desde los municipios, la mirada es crítica sobre la preparación para este invierno. ‘La coordinación sigue siendo insuficiente y desarticulada. Las empresas muchas veces informan planes preventivos que no están documentados ni compartidos formalmente con los municipios. Hoy necesitamos claridad sobre quién hace qué, hasta dónde llegan las empresas y dónde comienza la labor municipal’, dice José Manuel Palacios, presidente de la Asociación de Municipalidades de Chile (Amuch) y alcalde de La Reina.

El edil explica que desde Amuch crearon el Centro de Gestión de Riesgos, ‘nuestra instancia especializada para abordar desastres naturales, emergencias climáticas y eventos como los cortes de luz. Este centro está articulando acciones con municipios, y estamos gestionando una reunión con Senapred y las empresas distribuidoras para establecer protocolos claros de actuación y reforzar la prevención’.

La SEC: ‘Ni lluvias ni vientos son fuerza mayor’

A mediados de abril, la Contraloría acusó una ‘débil y tardía’ fiscalización de la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC) a las distribuidoras, antes y después del evento climático de agosto de 2024. Hoy, en la industria admiten un mayor celo fiscalizador.

La superintendenta, Marta Cabeza, explica que ‘como parte del proceso de preparación para el invierno, la SEC ya recibió un total de 411 planes de acción presentados por las empresas distribuidoras, los cuales contemplan una inversión conjunta de $29.363 millones’.

La autoridad menciona que ‘a partir del deficiente desempeño mostrado por algunas empresas durante 2024, no solo se han impulsado procesos sancionatorios, sino que también se han fortalecido las exigencias normativas y administrativas (…). A través de distintas reuniones formales se ha reiterado a las compañías la necesidad de redoblar sus esfuerzos y revisar sus procedimientos internos, con el objetivo de evitar situaciones como las vividas el año pasado, donde miles de familias se vieron afectadas por cortes prolongados de suministro’.

Asimismo, reconoce que ‘la SEC está intensificando su fiscalización, enfocándose especialmente en el cumplimiento estricto de la normativa vigente. Esto incluye los tiempos de reposición del servicio y la respuesta efectiva ante situaciones de emergencia’.

Y enfatiza: ‘Ni las lluvias ni los vientos son causales de fuerza mayor, ya que los informes meteorológicos y las alertas tempranas que entrega Senapred son conocidos por las empresas y ellas son las responsables de adoptar las medidas necesarias para poder enfrentar situaciones que pudieran complejizar el suministro (…). Lo importante es que las empresas estén preparadas, con las cuadrillas suficientes, que tengan los centros de atención y call centers disponibles, que tengan acciones rápidas para entregar soporte a los pacientes electrodependientes y que puedan recuperar el suministro en el menor tiempo posible’.

En la SEC dicen que están intensificando la fiscalización y reiteran que ni las lluvias ni los vientos son fuerza mayor.

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