En 25% se propuso el gobierno bajar el precio de las licitaciones eléctricas en el país, componente que incide de forma importante en los precios que finalmente se cobran a los clientes regulados, como hogares y pymes. La primera licitación de la administración de Michelle Bachelet lo hizo en 13%, dejando el valor, en promedio, en US$ 107 por MWh. En 2016 viene la segunda de esas licitaciones y el Ejecutivo estima que la meta del 25% será superada.
Parte de ese optimismo nace de un proceso de búsqueda de nuevas empresas que participen en el proceso y logren introducir competencia que empuje los precios a la baja. Esa búsqueda comenzó el 22 de junio en Japón y Corea, donde representantes de la Comisión Nacional de Energía (CNE), el Comité de Inversiones Extranjeras (CIE), y la Asociación de Empresas Eléctricas, contactaron a firmas como Tokyo Electric Power Company (TEPCO), Mitsui, Mitsubishi, Marubeni, Kyushu Electric Power y Sumitomo,Samsung y Korea Electric Power (KEPCO), entre otras.
El titular de la CNE, Andrés Romero (AR); y el de Empresas Eléctricas, Rodrigo Castillo (RC), encabezaron ese road show y ahora preparan sus maletas para hacer lo mismo en Estados Unidos y Brasil. Antes, explican qué buscan de estos procesos y cómo está mirando las compañías internacionales el mercado eléctrico local.
En las bases de la licitación 2016 se incluye al SING y al SIC interconectados. Sin embargo, ha surgido oposición a la línea Polpaico-Cardones, que apoya esa interconexión. ¿De qué manera se abordó este tema con los inversionistas extranjeros?
AR: Se abordó, pues nos preguntaron mucho sobre transmisión. Pero este sistema de licitaciones tiene válvulas de salida en caso de retrasos fuera de lo normal. Nosotros les contamos sobre las cláusulas que existían al respecto…
¿Y cuáles son?
AR: Cláusulas para poder aplazar el cumplimiento del contrato e incluso, ponerle término anticipado si es que a 2018, por ejemplo, ellos no veían nada listo. De todas maneras, tenemos la certeza que tanto el proyecto Polpaico-Cardones como la interconexión SING-SIC, van a estar funcionando a 2018.
RC: Por nuestra experiencia en Europa de 2014, las principales preocupaciones de los inversionistas tienen que ver con las proyecciones de transmisión que estamos viendo, a partir de la base de que Chile tiene restricciones en esta materia. La buena noticia, sin embargo, es que por primera vez tenemos plazos establecidos para superar esas restricciones.
¿No hubo preguntas respecto a la compleja situación política y económica que atraviesa el país?
AR: Nada. No hubo una sola pregunta de eso. Las empresas japonesas conocen muy bien Chile, porque están en el mercado minero. Y tienen una alta consideración de las condiciones del país, independiente de las circunstancias que se puedan dar en un año u otro.
¿Y respecto a los cambios en el régimen de inversión extranjera que recientemente se hicieron públicos?
AR: Como te digo, lo bueno que uno puede ver es que el inversionista extranjero conoce Chile, ve que tiene poco riesgo y, por lo tanto, no está exigiendo tratos especiales. En el fondo, cuando les decimos que hay un contrato seguro, que se respeta, que dura 20 años y que hay un marco regulatorio detrás, los inversionistas extranjeros no te preguntan si eso se mantendrá o no en los próximos 10 años o si hay algo extra que los proteja.
RC: Con nosotros había un representante del CIE que podría haber sido bombardeado con ese tipo de preguntas, pero no pasó. Esta imagen que tiene Chile, es una enorme oportunidad. En los países que vistamos, al menos, todas estas empresas siguen confiando en Chile, lo cual indica que el país tiene un patrimonio de credibilidad en la estabilidad de sus instituciones que genera gran interés.
En su viaje por Asia, ¿qué empresas vieron con más interés de entrar al mercado eléctrico chileno?
AR: En el caso japonés, Mitsui, Marubeni y Sumitomo son las tres empresas que conocían el proceso y preguntaron en detalle.
¿Y en el caso coreano?
AR: Samsung y KEPCO se mostraron muy interesadas. Nuestra conclusión al final del viaje es que estamos seguros que empresas japonesas y coreanas van a participar del proceso de licitación.
RC: ¿Cuántas? Quién sabe, pero no tengo ninguna duda de que al menos una de cada país lo hará.
Nuevo operador
Hoy existen tres grandes operadores en el SIC. ¿Creen que pueda doblarse ese número con esta nueva licitación?
AR: La interconexión genera que ya vamos a tener cuatro grandes operadores, con E-CL sumándose (al SIC). Creemos que el proyecto Campesino, con la entrada de EDF, es otro gran actor. Y estoy bastante seguro que en el próximo proceso va a incorporarse al menos un gran nuevo operador, probablemente asiático.
Entiendo que también irán a un road show por EE.UU. y Brasil. ¿La idea de esos viajes es buscar más empresas o fondos que apoyen proyectos?
RC: En el caso de Estados Unidos vamos a presentarles a los bancos de inversión este sistema de licitación. Es muy importante que las reglas de licitación no sólo nos parezcan atractivas a nosotros, sino que resulten atractivas también para las empresas. Para que eso sea posible, debe ser financiable. Por lo tanto, parte del diálogo constructivo es con, justamente, aquellos que financian y que pueden decirnos mira, nos preocupa esto o aquello. La autoridad, en conjunto con las empresas, hemos pensado en todos los elementos fundamentales que podrían hacer que estas regalas fueran financiables, sin embargo, un principio básico es dialogar y escuchar.
¿Y a Brasil van tras qué tipo de empresas?
AR: Compañías generadoras, pero aún estamos armando la agenda con el CIE.
Menores precios
¿Cuál es la meta de adjudicación de esta licitación?
AR: Dados los tiempos que se están dando, no va a quedar ningún bloque desierto (…) En esta licitación estamos hablando de un año para presentar ofertas y de cinco para comenzar la inyección de energía. Por eso, creo que es difícil que no se llenen los bloques y veo que es altamente probable que reduzcamos la meta de precios en licitaciones que se propuso en la Agenda de Energía.
¿La meta de bajar en 25% los precios de las licitaciones?
AR: Sí. La última licitación quedó en US$ 107 por MWh en promedio y la Agenda de Energía se propuso bajarlos hasta US$ 96 por MWh en promedio.
¿Y en cuánto espera que queden con esta licitación?
AR: Creo que vamos a cumplir el objetivo e incluso lo bajaremos.
¿En el sector privado están de acuerdo con eso?
RC: Es perfectamente posible, de acuerdo a la estructura de costos que tenemos en nuestro país, llegar a la meta que se ha propuesto la Agenda de Energía. Ir más abajo, es posible, pero va a requerir un esfuerzo de generación de competencia, que es el que estamos haciendo.
¿Eso se traduciría en baja de precio para los consumidores?
AR: Como lo dijo el ministro Máximo Pacheco, nuestros gran esfuerzo ha sido contener. Si seguíamos en la trayectoria en que veníamos con las últimas licitaciones, los clientes regulados se iban a exponer a aumentos de precio en la próxima década de entre 30% y 40%. Hoy tenemos precios promedios de los contratos del orden de los US$ 90, por lo tanto, lo que estamos logrando con estos precios es no incrementar, sino que mantener los niveles.
RC: Ese es el objetivo y no hay que olvidar que el precio que están pagando los chilenos hoy, tiene dentro de sus componentes contratos que se celebraron en 2006 y 2007 con precios de poco más de US$ 50 por MWh, lo que hoy es imposible. Intentar quedarnos en el promedio que estamos pagando, siendo que hasta el año pasado estábamos viendo precios que se estaban disparando por sobre los US$ 130 por MWh, es un desafío importante. Es decir, estamos hablando de una disminución del orden del 30% de la tendencia que veníamos observando.
¿Cómo se conecta estos road show con la búsqueda de socios internacionales que lleva adelante Enap para entrar al mercado de la generación eléctrica?
AR: Enap puede ser un futuro competido del proceso y, por lo tanto, hemos establecido una muralla de relaciones entre Enap y la CNE bastante fuerte. Dado eso, como autoridad vamos a ser absolutamente neutrales. La idea es que ganen los que cumplan con las mejores condiciones, en función de las bases de licitación. Desconozco en qué está la búsqueda de Enap y si no participa, tampoco vemos que esto signifique que el proceso no va a resultar, porque vemos mucha competencia.
