Participamos en encuentro organizado por Libertad y Desarrollo, donde nuestro director ejecutivo abordó los desafíos urgentes que enfrenta la distribución eléctrica en un contexto de cambio climático acelerado y exigencias crecientes por parte de la ciudadanía.
Dos mensajes centrales marcaron la intervención de Juan Meriches en el encuentro:
Vegetación fuera de franja: un riesgo que requiere fiscalización
Parte importante de las interrupciones de suministro eléctrico tienen su origen en la caída de vegetación sobre la red, y que está ubicada fuera de la franja de seguridad que gestionan las empresas distribuidoras. No es razonable que este riesgo crítico siga sin una fiscalización efectiva ni una coordinación activa de los actores públicos y privados responsables del arbolado urbano y rural. Ignorar este tema es persistir en una vulnerabilidad estructural.
Una regulación obsoleta e inconexa con la realidad climática
El modelo regulatorio vigente fue diseñado hace más de 40 años, en un contexto radicalmente distinto. Hoy, no reconoce los efectos del cambio climático, no incentiva inversiones en resiliencia, ni se hace cargo de nuevos desafíos de la transición energética. El foco sigue siendo la eficiencia extrema, a costa de la calidad de servicio.
La distribución eléctrica es una industria completamente regulada, y que requiere de señales regulatorias estructurales que permitan inversiones de largo plazo.
Desde Empresas Eléctricas A.G., reafirmamos la urgencia de avanzar en un nuevo marco regulatorio, que permita responder a los riesgos del presente y las necesidades de los usuarios, con visión de largo plazo y foco en la continuidad y seguridad del suministro.
Agradecemos haber compartido panel con Marco Mancilla, secretario ejecutivo de Comisión Nacional de Energía; Javier Tapia, direcror ejecutivo de Transmisoras de Chile; y Cristóbal M., consultor en resiliencia.
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