¿Qué condiciones debería tener esta política energética? A juicio de la Fundación Avina, miembro del Comité Ejecutivo de la Plataforma de Escenarios Energéticos, se deberían garantizar al menos los siguientes elementos: definir una matriz energética que sea segura, sustentable e inclusiva.
Hablar de los desafíos en materia energética para los próximos años en nuestro país, es sin duda un debate abierto y sostenido. Los expertos han profundizado en sus posiciones y desde los distintos frentes han construido visiones y propuestas sobre la matriz energética más adecuada para Chile.
Sin embargo, también interesa relevar el rol que le cabe a los ciudadanos y ciudadanas en esta discusión que los atañe directamente. En este contexto, el trabajo de 4 años que ha llevado a cabo la Plataforma de Escenarios Energéticos Chile 2030 ha buscado intencionadamente considerar este matiz, que sin duda agrega valor a una discusión altamente técnica y al parecer compleja.
En el escenario eleccionario que vive nuestro país, ad-portas de las primarias presidenciales y con un horizonte de elecciones en noviembre de este año, parece entonces imprescindible ampliar el debate, diversificar a los actores presentes y conocer las propuestas de los candidatos y candidata a ocupar el sillón presidencial por el período 2014 – 2018.
La construcción de un diálogo genuino y comprometido con el desarrollo sostenible de Chile no es fácil y así lo hemos vivido en el corazón de la Plataforma de Escenarios Energéticos. Surgen las diferencias, las visiones contrapropuestas y en ocasiones, incluso las posiciones que parecen irreconciliables. Pero lo anterior no es suficiente como para abandonar la tarea, más aun, se constituye en un incentivo para profundizar el debate y buscar los consensos necesarios que se requieren construir para desarrollar una política energética de largo plazo.
Pero, ¿qué condiciones debería tener esta política energética? A juicio de la Fundación Avina, miembro del Comité Ejecutivo de la Plataforma de Escenarios Energéticos, se deberían garantizar al menos los siguientes elementos: definir una matriz energética que sea segura, sustentable e inclusiva.
Desde este punto de vista, los tres atributos mencionados ponen en el centro de la discusión el rol del Estado, el ordenamiento territorial, los distintos escenarios energéticos posibles de adscribir, el desarrollo de estrategias de diversificación a partir de la incorporación de energías renovables, los mecanismos de participación ciudadana y finalmente, la garantía de acceso a energía a todos los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país.
Una matriz energética inclusiva, requiere reconocer la diversidad de visiones sobre las fuentes de energía más sustentables y que incluya en ese debate las opiniones técnicas de organizaciones de la sociedad civil que han liderado desde su expertise y vinculación con las comunidades una mirada crítica sobre la política energética.
De cara a las elecciones de noviembre, parece ser el momento propicio para acrecentar este debate e intencionar que las distintas posiciones puedan encontrarse, con quiénes postulan a ser nuestro o nuestra representante. Es el momento de conocer las propuestas programáticas de candidatos y candidata, de ese modo, nuestro voto sintoniza con lo que creemos y queremos para nuestro país.
Valoramos este ejercicio ciudadano, pero también entendemos que no concluye en un Foro, es una etapa más de un largo camino, que debemos perfeccionar y optimizar, mejorando los mecanismos de participación e inclusión de todos los sectores y actores involucrados: el Estado, las empresas generadoras y transmisoras, las organizaciones de la sociedad civil y los ciudadanos y ciudadanas.
Construimos una sociedad plena en derechos y deberes cuando asumimos el compromiso del debate abierto, con una base técnica sólida y sin perder de vista el bien común.
El Foro que se realizará este jueves 6 de junio en el Auditórium Andrónico Luksic de la Escuela de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile, cumple este objetivo: escuchar las propuestas de los pre-candidatos y pre-candidata de los coaliciones Alianza por Chile y Nueva Mayoría y en base a ello, tomar decisiones de modo informado y responsable.
