El Director Ejecutivo de Empresas Eléctricas AG, Juan Meriches, profundizó en los puntos críticos que deben abordarse para que los beneficios de la transición energética llegue a las personas, en el marco de su participación en el evento Energyear 2024.
Como parte de un panel de discusión en el que se trataron temas de transmisión y distribución eléctrica, Meriches destacó la importancia de las redes para cumplir los objetivos de transición energética, haciendo referencia a un reciente reporte de la Agencia Internacional de Energía, que señala la necesidad de duplicar la inversión anual en redes para llegar a los US$ 600 mil millones de inversión anual al 2030 a nivel global, de los cuales el 80% corresponderá a redes de distribución.
En este contexto, Meriches indicó que los principales desafíos de la distribución eléctrica en Chile pasan por tres temas centrales: adaptación al cambio climático, mejora de la calidad de servicio para los clientes y cómo las redes son capaces de habilitar la transición energética.
Respecto a la adaptación al cambio climático y la necesidad de resiliencia en las redes, Meriches puso énfasis en que actualmente “el 90% de las redes de distribución en Chile son aéreas, por lo que es fundamental invertir en tecnología que permita enfrentar los creciente fenómenos climáticos extremos de mejor manera, y que la regulación pueda adaptarse a esta nueva realidad”.
Por otra parte, el ejecutivo indicó que un foco esencial es avanzar en una mejor calidad de servicio para los usuarios. Si bien se ha avanzado recientemente en mejorar los indicadores de interrupción de suministro eléctrico, “aún estamos lejos de los estándares de países desarrollados y de las propias metas que nos hemos puesto como país en esta materia. Se requiere generar los ajustes regulatorios que permitan que eso sea un realidad”.
Mientras que en relación a habilitar la transición energética, Meriches apuntó a la importancia de la red de distribución para hacer posible que las personas participen activamente en la transición energética, mediante la electrificación de los consumos, la integración de la electromovilidad, la generación distribuida, y el almacenamiento a nivel de usuario residencial.
Frente a estos desafíos, el ejecutivo comentó que la Agencia Internacional de Energía ha propuesto una estrategia múltiple para este segmento, que incluye la expansión de la red, mayor digitalización, mayor planificación, cambio en los modelos de remuneración y el avance de reformas regulatorias, como ejes centrales.
En este sentido, Meriches señaló que en el caso chileno resulta urgente actualizar el marco regulatorio de la distribución para enfrentar los desafíos antes descritos, ya que lleva 40 años sin modificaciones sustanciales y fue diseñado para cumplir otros objetivos. “Este cambio es una necesidad transversal, se ha señalado en este mismo evento, por lo que esperamos avanzar pronto en esta discusión. Los cambios en redes no ocurren de la noche a la mañana, requieren tiempo, por lo que es clave anticiparse a las necesidades futuras si no queremos quedar rezagados”, finalizó.
